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Las sanciones tributarias son castigos económicos impuestos por la administración tributaria a quienes incumplen con sus obligaciones fiscales. Pueden provenir de diferentes organismos:
Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT)
Haciendas Autonómicas (por ejemplo, las Consejerías de Hacienda de cada Comunidad Autónoma)
Haciendas Locales (ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades)
Su finalidad es doble:
Incentivar el cumplimiento voluntario de las normas tributarias.
Resarcir el daño económico ocasionado a la Hacienda Pública por los incumplimientos.
¿Has recibido una sanción de Hacienda?
Recibir una notificación de sanción tributaria nunca es agradable. A menudo, el contribuyente se siente abrumado y tiende a pensar que lo mejor es pagar sin más. Sin embargo, esto es un error frecuente: muchas sanciones son incorrectas, están mal calculadas o incluso no proceden legalmente.
Antes de pagar, es fundamental revisar si la sanción es correcta. En numerosas ocasiones se pueden recurrir o reducir de forma significativa.
En nuestro despacho contamos con más de 30 años de experiencia en la Administración Tributaria y sabemos cómo funcionan estos procedimientos. Hemos defendido con éxito a muchos contribuyentes frente a sanciones injustas.
📞 Llámanos al 856214371 o escríbenos a diaz@abogadosbancarios.es y te ayudaremos a comprobar si tu sanción puede anularse o reducirse.
Diferencia entre sanciones, intereses y recargos
Es importante no confundir estos tres conceptos:
Sanción: multa económica por incumplir la normativa.
Intereses de demora: cantidad que se añade por pagar tarde un impuesto.
Recargo de apremio: porcentaje extra aplicado a la deuda cuando no se paga en plazo.
👉 Un ejemplo claro: si no presentas el IRPF en plazo y Hacienda te requiere, puede que te imponga una sanción del 50% al 150% de lo que debías pagar. Además, deberás abonar intereses de demora y, si no atiendes el pago voluntario, también un recargo de apremio.
Tipos de sanciones tributarias más habituales
1. Multas tributarias
Se aplican por incumplimientos directos como:
No presentar declaraciones o autoliquidaciones en plazo.
Declarar con errores u omisiones relevantes.
No emitir facturas o comprobantes de pago.
No llevar los libros contables obligatorios.
2. Intereses moratorios
Se generan automáticamente cuando se paga tarde un impuesto. No son técnicamente sanciones, pero incrementan la deuda.
3. Recargos de apremio
Si no pagas en plazo y la deuda entra en vía ejecutiva, se añaden recargos del 5%, 10% o 20%. Estos recargos son compatibles con intereses y sanciones.
4. Pérdida de beneficios fiscales
Cuando un contribuyente incumple, puede perder deducciones, bonificaciones o regímenes especiales que había aplicado en su declaración.
Infracciones tributarias en España
La Ley General Tributaria (LGT) clasifica las infracciones en tres niveles según su gravedad:
Infracciones leves: retrasos menores, errores sin perjuicio económico o irregularidades formales.
Infracciones graves: ocultación de ingresos, falsificación de documentos, resistencia a la inspección.
Infracciones muy graves: fraude organizado, uso de paraísos fiscales, reincidencia reiterada.
👉 Cuanto más grave es la infracción, mayor es el porcentaje de la sanción aplicada.
Cuantía de las sanciones tributarias
Las sanciones se calculan normalmente como un porcentaje de la deuda tributaria defraudada:
Leve: 50% de la cuota no ingresada.
Grave: 50% – 100%.
Muy grave: 100% – 150%.
Ejemplo:
Cuota dejada de ingresar: 2.000 €
Infracción grave (75%): 1.500 € de sanción
Total a pagar: 3.500 € + intereses
Reducciones posibles
La normativa permite reducciones muy importantes:
30% si el contribuyente reconoce la deuda voluntariamente.
40% adicional si no recurre y paga en plazo.
De esta manera, una sanción puede quedarse en apenas el 30% del importe original.
👉 Ejemplo: sanción inicial de 1.000 € → con reducciones, se puede quedar en solo 300 €.
Procedimiento sancionador: cómo actúa Hacienda
El procedimiento suele seguir estas fases:
Notificación de propuesta de sanción → Hacienda comunica que va a sancionarte.
Plazo de alegaciones → puedes presentar documentos y defensa.
Resolución → Hacienda dicta la sanción.
Pago o recurso → puedes pagar con reducciones o recurrir la sanción.
👉 Aquí es donde un abogado especializado puede marcar la diferencia, detectando defectos de forma o argumentos legales para anular o rebajar la sanción.
Prescripción de las sanciones tributarias
No todas las sanciones son eternas. La LGT establece que las infracciones tributarias prescriben a los 4 años, siempre que en ese tiempo no se haya iniciado o interrumpido el procedimiento sancionador.
Esto significa que si Hacienda tarda demasiado en iniciar el expediente, la sanción puede no ser exigible.
Ejemplos de sanciones en el IRPF
El IRPF es el impuesto donde más sanciones se imponen a particulares.
1. Declaración fuera de plazo sin requerimiento
Si presentas tarde pero antes de que Hacienda te lo pida:
No hay sanción.
Sí se aplican intereses y recargos según el tiempo transcurrido.
2. Declaración fuera de plazo con requerimiento
Si Hacienda te lo exige:
Multa del 50% al 150% de la cuota no ingresada.
3. Omitir ingresos (trabajo, alquileres, actividades económicas)
Se sanciona con multas proporcionales al perjuicio causado.
4. Infracciones formales
Errores de datos personales, no informar sobre cuentas en el extranjero, etc. Sanciones fijas de unos 200 €.
Ejemplo práctico de sanción en el IRPF
Supón que un contribuyente debía declarar 10.000 € de ingresos por alquiler:
Cuota a pagar: 2.500 €.
Sanción base (50%): 1.250 €.
Con reducciones: 375 €.
👉 La diferencia entre pagar sin revisar o defenderse correctamente puede ser de cientos o miles de euros.
Sanciones en IVA y autónomos
Los autónomos y pymes también sufren sanciones frecuentes:
No presentar el IVA en plazo: sanciones proporcionales.
Emitir facturas falsas o no registrarlas: infracción grave.
No declarar operaciones intracomunitarias: multas fijas de 200 € por cada incumplimiento.
Ejemplos comunes
No declarar el IVA: multa fija de 200 € (si no hay perjuicio económico).
Declaración fuera de plazo con requerimiento: multa hasta el 150%.
No emitir factura: infracción grave sancionada proporcionalmente.
Consecuencias de no pagar sanciones tributarias
Ignorar una sanción es la peor opción. Si no pagas ni recurres:
Hacienda embargará cuentas bancarias.
Puede embargar tu nómina o pensión.
Incluso bienes inmuebles, vehículos o devoluciones de impuestos.
👉 Las sanciones y ejecuciones de Hacienda no prescriben fácilmente, y pueden perseguirte durante años.
¿Qué hacer si recibes una sanción de Hacienda?
No pagues sin revisar. Muchas sanciones no proceden o están mal calculadas.
Consulta con un abogado especialista. Es posible recurrir y pagar menos o incluso nada.
Defiende tus derechos. La AEAT no siempre tiene razón; los tribunales nos dan la razón en muchos casos.
👉 Si te ha llegado una sanción de Hacienda, llámanos al 856214371 o contacta en www.abogadosbancarios.es. Te ayudaremos a comprobar su legalidad y a defenderte frente a la Administración Tributaria.

Preguntas frecuentes sobre sanciones tributarias
¿Qué es una sanción tributaria?
Es una multa que impone Hacienda u otros organismos públicos cuando un contribuyente incumple sus obligaciones fiscales, ya sea por presentar tarde, con errores o por ocultar ingresos.
¿Qué diferencia hay entre sanción, intereses y recargos?
Sanción: castigo económico por incumplimiento de normas.
Intereses de demora: compensación por pagar tarde.
Recargo de apremio: porcentaje añadido a la deuda por pago fuera de plazo.
¿Cuánto puede ser una sanción de Hacienda?
Las sanciones suelen oscilar entre el 50% y el 150% de la deuda, dependiendo de si la infracción es leve, grave o muy grave.
¿Puedo reducir la sanción de Hacienda?
Sí. Si reconoces la deuda y pagas voluntariamente sin recurrir, puedes obtener reducciones de hasta un 70% del importe.
¿Qué pasa si no pago una sanción tributaria?
La Agencia Tributaria puede iniciar un procedimiento de apremio y embargar cuentas, nóminas o bienes hasta cobrar la deuda.
¿Se pueden recurrir las sanciones tributarias?
Sí. Con la ayuda de un abogado especializado puedes presentar alegaciones o recursos. Muchas sanciones se anulan por defectos de forma o por ser consideradas excesivas o mal calculadas.
¿Qué tipo de sanciones son más comunes en el IRPF?
Las más habituales son:
No presentar la declaración obligatoria.
Presentarla fuera de plazo.
Omitir ingresos por alquileres o rendimientos del trabajo.
Aplicar deducciones indebidas.