Reclamación fácil al banco. Ese es nuestro objetivo. Facilitarte la defensa de tus intereses.
En ocasiones, tienes un problema con tu banco o entidad financiera y no sabes como afrontarlo.
No te preocupes. No tienes porqué saber de todo en esta vida.
Muchas veces, las personas nos ahogamos en un vaso de agua.
Si nos llega una carta reclamándonos una deuda que no tenemos, porque la pagamos hace tiempo, o porque nos piden mucho más de lo que debemos, nos cabreamos y tomamos la decisión de ni siquiera contestar.
Grave error. Quien te reclama no dejará de hacerlo porque no contestes.
Antes bien, tomarán tu silencio como una prueba de tu morosidad y no dudarán en llevarte al juzgado.
Si no podemos pagar la hipoteca, nos desesperamos pensando que vamos a perder la casa.
Pensamos que nos echarán a la calle y que aún así seguiremos debiendo dinero al banco.
Continuamente vemos en la televisión imágenes de desahucios, de personas que pierden su casa y se quedan en la calle.
Demasiados casos son de personas muy mayores o de familias con niños pequeños, y de modo inmediato, nos viene a la mente que eso mismo puede pasarnos a nosotros.
Eso nos impide pensar en que hay soluciones, mecanismos como la Ley Concursal, la Ley de Segunda Oportunidad, o la Dación en Pago.
Alguna vez, y debido a una mala racha económica, has tenido que recurrir a préstamos rápidos, con intereses usurarios en su gran mayoría.
O has picado al contratar una tarjeta revolving para la que no te pedían ningún requisito.
No solo eso, sino que te la vendían de un modo agresivo, como si fuera lo mejor de esta vida.
Tarde te das cuenta de que le has pedido dinero prestado a unos bandidos que pretenden cobrarte lo que no está escrito.
O cuando compruebas que por muchos plazos que lleves pagado de tu tarjeta, sigues debiendo lo mismo.
Entonces aterrizas de bruces contra una realidad lamentable en la que te das cuenta de que tu dinero no vale nada. Porque nada calma las ansias de chuparle tu sangre a estos auténticos vampiros.
Por ello, no dejes de reclamar tu tarjeta revolving.
Compruebas día a día como sigues pagando altos intereses en tu hipoteca.
Sea porque todavía tienes cláusula suelo, está fijada en IRPH o es multidivisa. Envidias al vecino que paga mucho menos que tu cuando la vivienda le costó lo mismo.
Cuando te das cuenta, ya estás en una espiral de gastos y pagos de la que no puedes salir.
Esto se agrava con el hecho de pedir más y más para atender lo que debes de antes.
Eso te lleva a un sobre-endeudamiento que hace que cobres tu nómina el día 1 y el día 2 ya no tengas un céntimo.