Negociar deudas: mejor BUEN ACUERDO que MAL PLEITO.
20/11/2022 Francisco de Paula Diaz MateoSiempre es posible negociar con los bancos y fondos buitre una solución a su deuda. Somos expertos en tratar con ellos. Hable con nosotros primero.

Hemos dado la vuelta al refrán
El refrán tradicional decía que «más vale un mal acuerdo que un buen pleito».
Este era el sentir general de las personas de que siempre era preferible negociar, aunque los términos de la negociación no fueran los mejores, a tener que enfrentarse a un pleito en el juzgado de resultado incierto.
Sin embargo, hemos dado la vuelta a este concepto, y decimos que más vale un buen acuerdo que un mal pleito.
Y lo decimos porque peleamos siempre con bancos, financieras y con «fondos buitre» para conseguir lo mejor para nuestros clientes.
En esta «guerra», la mejor de las armas que se ha inventando es la negociación amistosa.
Esto supone llegar a acuerdos que eviten los procesos judiciales en los que ya perdemos el control.
Si no es así, todo quedará en manos del juez, que dictará sentencia en caso de que el asunto llegue al juzgado.
No podemos perder de vista que en una negociación las dos partes quieren conseguir sus objetivos:
En el caso de las entidades financieras, es cobrar la deuda que tienen con el deudor.
Desde el punto de vista del deudorm su objetivo es intentar, o bien no pagar, porque considere que no debe, o pagar menos de lo que se le exige.
Y se justifica porque en muchas ocasiones estas deudas incluyen intereses desorbitados y comisiones abusivas.
Los problemas se arreglan hablando
Por todo ello, nuestro objetivo es intentar avenir todos los intereses en juego, que el banco no salga ganándolo todo a costa del cliente.
Procuramos que se llegue a un arreglo, a un entendimiento amistoso que sea favorable para los deudores.
Hay que tener en cuenta que, en todas las negociaciones, las partes tienen que ceder para llegar a un acuerdo que sea razonable para ambos.
En ocasiones se consiguen unas quitas de la deuda, y a su vez, un fraccionamiento de pago del resto, aunque esto es difícil de conseguir.
Lo más común es una quita cuando el pago del resto se hace de forma inmediata, o bien un fraccionamiento del pago sin quita.
Todo depende de las circunstancias del deudor, y la predisposición del acreedor a llegar a un acuerdo.
Lo que está claro es que la negociación es siempre el mejor sistema para evitar conflictos.
Ahorra costes a todas las partes: gastos de abogados, procuradores, peritos, tasas judiciales, costas judiciales, ahorra tiempo, y ahorra disgustos.
En fin, la negociación es la mejor de las formas para intentar resolver los conflictos, en este caso económicos.
No olvidemos que, en todas las guerras, los contendientes acaban capitulando en la mesa de negociaciones.
Negociación de deudas con bancos, financieras y fondos buitre
La negociación con fondos, bancos, financieras y otros acreedores es nuestra especialidad.
Tu puedes intentarlo personalmente, pero es casi seguro que fracases.
Deja en nuestras manos esta negociación, porque sabemos como hacerla.
¿Cuándo suele avenirse el acreedor a un acuerdo?:
Pues cuando le demostramos que aunque gane el proceso judicial, no le va a servir de mucho, porque la persona no tiene bienes para responder, por mucho que el Juzgado intente embargarle.
En estos casos intentamos, y muchas veces conseguimos, una quita, es decir, una rebaja de la cantidad a pagar.
Esto suele ser a cambio de que se pague de inmediato o en un plazo corto, o un aplazamiento del pago, para que usted abone su deuda en varios plazos.
En los casos más exitosos, conseguimos ambas cosas a la vez.
¿Negociar una demanda con el Juzgado?
Categóricamente NO. Nadie puede negociar un proceso judicial, sea del tipo que sea, con el juzgado.
Esa posibilidad no está contemplada por la Ley. El Juzgado tiene que ceñirse a la letra de la misma, y en ninguna parte está recogida esta posibilidad.
El Juzgado te exigirá que contestes a la demanda, en caso de ser un procedimiento verbal u ordinario, o bien que pagues o te opongas, si es un procedimiento monitorio.
Si no te personas en el procedimiento, te declarará en rebeldía y ya no te notificará nada más, excepto la sentencia.
En caso de ser un monitorio, si pagas, se archiva el juicio. En caso de oposición, le dará el trámite que corresponda.
Si son procesos verbales u ordinarios, si se te condena al pago de cantidad, estás obligado a cumplir la sentencia cuando esta sea firme.
Si no pagas, el acreedor solicitará el cobro mediante ejecución, lo que además te acarreará intereses y costas de la propia ejecución, además del principal.
¿Se puede negociar con el acreedor cuando ya te ha demandado?
Nada lo impide. El único problema es el tiempo.
Si se trata de juicios monitorios, una negociación con el acreedor para que retire la demanda no es una tarea fácil, que está limitada por el tiempo, o sea, por el plazo de 20 días hábiles que tienes para pagar u oponerte.
En el caso de los juicios verbales y ordinarios, igualmente está limitado por los plazos procesales para contestar la demanda.
Es necesario que en esos plazos perentorios se llegue a un acuerdo, y el acreedor tiene que pedir el archivo de la demanda antes de que acabe.
Y decimos que negociar con el acreedor cuando el pleito está en marcha no es una tarea fácil, por varias razones:
La primera es que el acreedor probablemente ya te ha dado oportunidades de pagar que no has escuchado, o has incumplido.
En segundo lugar, el acreedor ya ha hecho un gasto de abogado y procurador para demandarte.
Por último, si el acreedor retira la demanda y tu después no cumples el acuerdo, ha perdido la oportunidad procesal de cobrarte, ahora o más adelante.
Esta es la razón del porqué, para que el acreedor retire la demanda, tendrá que tener mucha seguridad de que va a cobrar fuera del proceso, si no, se negará sencillamente.
¿Es posible negociar con el juzgado para pagar poco a poco, si la deuda está en ejecución?
No, el Juzgado no negocia contigo ni con nadie. Cómo hemos dicho antes, el Juzgado tiene que ajustarse a la Ley. Pero eso no quita para que hagas valer tus derechos.
En un primer momento, el Juzgado te requiere para que señales o informes sobre tus bienes que sean susceptibles de embargo, es decir, que se puedan embargar.
Si tienes algún dinero en el banco, pero prefieres que te embarguen la nómina, puedes pedirlo y el juzgado decidirá,.
Antes de decidir, tiene que oir lo que tenga que decir el acreedor sobre la propuesta que haces.
Si, por ejemplo, se te está reteniendo dinero de la nómina, por un embargo por un juicio monitorio, o bien estás ingresando una cantidad fija al mes, y dejas de hacerlo, el juzgado, a petición del acreedor ejecutante, podrá embargarte otros bienes.
Negociar con el acreedor una deuda que está en ejecución
Nada impide negociar una deuda que ya está en fase de ejecución, y te están embargando, o intentándolo.
En este caso, el acreedor no tiene nada que perder, especialmente cuando le resulta muy difícil o imposible cobrar su deuda, porque no tiene por donde meter mano al deudor.
Y ello es porque el acreedor retirará la demanda de ejecución cuando haya cobrado, con lo que no asume riesgos, al contrario de lo que ocurre si renuncia al pleito en el transcurso del monitorio.
El acreedor estará más dispuesto a negociar si la ejecución no está dando los resultados apetecidos y se aviene a llegar a un acuerdo cuando comprueba que no tiene otra manera de cobrar.
Por ejemplo, porque no tengas bienes, y cobres nómina, pensión, paro o ayuda inferior a los 1.000 euros del salario mínimo.
O bien porque aunque cobres más, la cuantía del embargo mensual es pequeña y el cobro puede eternizarse.
La negociación consiste no solo en la rebaja del principal que debes, sino que se extiende a los intereses y a las costas.
Dependiendo del caso y de tu situación financiera, podemos conseguir mayores o menores ventajas para ti.
Por ejemplo: no es lo mismo negociar que pagues de una vez, porque has conseguido el dinero, que el pagar a plazos.
El acreedor suele hacer bueno el refrán del » Más vale pájaro en mano, que cien volando», especialmente cuando su intento previo de cobrar ha fracasado.